En una noche donde Motagua ya no jugaba por el título, sino por el honor y el orgullo de su escudo, apareció la magia. En el cierre de una primera parte eléctrica del Superclásico hondureño, Rodrigo "Droopy" Gómez se inventó una genialidad para mandar al descanso a las Águilas del Olimpia.
Corría el minuto 45 cuando Gómez recibió el balón en la frontal del área. Sin pensarlo dos veces, el volante zurdo sacó un disparo potente y colocado que se incrustó en el ángulo superior derecho de la portería defendida por Edrick Menjívar. La explosión de júbilo en las tribunas azules no se hizo esperar.
Tras la celebración, Droopy Gómez se arrodilló en el campo, visiblemente emocionado. Hace unas semanas, el jugador había sido blanco de duras críticas por parte de la afición motag ense tras un partido flojo. Sin embargo, en esta noche de redención, el mediocampista se ganó de nuevo el perdón y el cariño de los hinchas.
"Ese gol significa mucho para mí. Sé que no he estado a la altura en algunos partidos, pero siempre he dado el máximo por esta camiseta. Hoy pude devolverle a la afición la confianza que me han brindado", declaró un emocionado Gómez al término del encuentro.
El tanto de Droopy Gómez significó el 1-0 parcial para Motagua, resultado con el que se fueron al descanso. A pesar de que Olimpia empató en la segunda mitad, el golazo del volante quedará grabado en la memoria de los seguidores azules como uno de los momentos más mágicos de la temporada.
