El Ministerio de Salud Pública de Ecuador confirmó la detección de la primera variante del virus de la gripe A(H3N2) en el país. Se trata de un paciente del Austro ecuatoriano, lo que pone en alerta a las autoridades sanitarias ante la posible expansión de esta cepa.
La circulación de la gripe A(H3N2) ha ido en aumento en distintos países, impulsada en parte por la aparición y expansión del subclado K, una variante genética que ha generado repuntes tempranos de influenza en el hemisferio norte. Organismos de salud internacionales han reforzado los llamados a extremar las medidas de prevención y a reconocer de forma temprana los síntomas más característicos para evitar complicaciones.
Según información oficial, la influenza A(H3N2) se manifiesta con malestar y síntomas de mayor intensidad en comparación con un resfriado común. La tos seca persistente, el dolor de garganta, la congestión nasal, los episodios de dolor de cabeza, los dolores musculares y articulares generalizados, e incluso la fatiga severa posterior a la disminución de la fiebre, son algunos de los signos distintivos.
En niños y adultos mayores, la gripe A(H3N2) puede acompañarse de náuseas, vómitos o diarrea, aunque estos síntomas gastrointestinales no son los más comunes en la población adulta joven.
Por su parte, la variante H3N2 subclado K -predominante este año en varias regiones- mantiene un cuadro clínico similar al de la influenza estacional, aunque algunos países han reportado una intensificación de los síntomas habituales, como fiebre, tos, dolor muscular y agotamiento. Hasta el momento, no se ha demostrado un aumento de gravedad, pero sí una mayor capacidad de transmisión, lo que tensiona los sistemas de vigilancia epidemiológica.
Ante este escenario, los organismos de salud internacionales continúan enfatizando la importancia de medidas básicas como la vacunación anual, el lavado frecuente de manos, la ventilación de espacios cerrados y el uso de mascarilla en caso de presentar síntomas respiratorios.
