En un hito sin precedentes para la conservación en Chile y a nivel internacional, la coalición Conserva Pucheg ín logró recaudar más de 78 millones de dólares para comprar, proteger y gestionar a largo plazo 133 mil hectáreas de naturaleza salvaje en la comuna de Cochamó, Región de Los Lagos.
Gracias a donaciones de miles de personas en 21 países, se concretó la compra del predio conocido como Fundo Pucheg ín, la mayor propiedad privada de la comuna y la pieza clave para consolidar uno de los corredores biológicos más importantes de Latinoamérica. El territorio conecta 1,6 millones de hectáreas de áreas protegidas binacionales y constituye un refugio climático único, que alberga 58 mil hectáreas de bosques primarios, cerca del 11% de los alerces del planeta, además de especies emblemáticas y amenazadas.
Más allá del impacto ambiental, la compra de estas tierras también asegura la continuidad de prácticas culturales y oficios tradicionales en un sector que representa un tercio de la comuna de Cochamó. Durante décadas, las comunidades locales enfrentaron la incertidumbre ante amenazas de subdivisión predial, desarrollo inmobiliario, proyectos industriales y turismo no regulado.
"Este es un hito histórico no solo por la magnitud del territorio protegido, sino por la forma en que se ha hecho: con participación ciudadana y un profundo respeto por las comunidades de Cochamó. Esa es la base sobre la que se construirá la etapa que comienza ahora", señaló Andrés Diez, director ejecutivo de Puelo Patagonia.
La alianza Conserva Pucheg ín, integrada por organizaciones como The Nature Conservancy, Freyja Foundation y Patagonia, ha destacado por combinar la recaudación de fondos con un trabajo técnico y territorial sostenido, que incluyó monitoreos, apoyo a la regulación del turismo y procesos de consulta con las comunidades locales.
En agosto de este año se constituyó la Fundación Conserva Pucheg ín, entidad chilena sin fines de lucro que hoy es propietaria del Fundo Pucheg ín y responsable de garantizar su protección a largo plazo. La fundación cuenta con un directorio independiente cuya misión es custodiar los principios fundacionales: asegurar la conservación del territorio y la participación activa de la comunidad local en su gestión.
El proyecto contempla un área protegida mixta, donde hasta un 20% del territorio estará destinado a usos sostenibles, mientras que al menos un 80% será de conservación estricta. Gracias a la nueva ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), será posible establecer figuras como el Área de Conservación de Múltiples Usos en sectores utilizados históricamente por las comunidades y visitantes.
"La recaudación marca el cierre de una etapa, pero también el inicio de otra. Ahora viene el desafío más complejo y apasionante: implementar un modelo de conservación de largo plazo que, con gobernanza compartida y financiamiento sostenible, proteja la naturaleza y fortalezca los medios de vida locales", afirmó Juan José Donoso, director ejecutivo de TNC Chile.
Este avance histórico es fruto de un esfuerzo colectivo en Chile y el mundo. Conserva Pucheg ín agradece especialmente a los miles de donantes, así como a organizaciones filantrópicas como James M. Cox Foundation, The Wyss Foundation y Freyja Foundation, que han sido clave para hacer realidad este proyecto de conservación sin precedentes.











