La estética del fracaso siempre ha tenido un lugar privilegiado en el cine, representada por íconos como Bogart, Mitchum o Brando. Sin embargo, cuando se trata de la vida real, los perdedores arrastran una existencia mucho más dura y cruda, sin los adornos que les confieren los mitos cinematográficos.
Es precisamente esta realidad la que se plasma en la serie Yakarta, creada por Diego San José para Movistar Plus+. Lejos de la ironía y el humor que caracterizan el trabajo del guionista, la producción se sumerge de lleno en la tristeza, la depresión y las heridas antiguas que marcan la vida de su protagonista, un entrenador de bádminton obsesionado con convertir a una joven promesa en campeona como forma de reivindicarse a sí mismo.
Javier Cámara encarna a este personaje atormentado, alcohólico y enganchado al bingo, cuya infancia marcada por las "cabronadas" que sufrió lo han condenado a una "permanente derrota vital". Aunque el actor es reconocido por su talento, el crítico confiesa tener dificultades para conectar con la intensidad psicológica de este rol.
Sin embargo, donde la serie sí logra cautivar es en la interpretación de la adolescente Carla Quílez, quien da vida a la joven estudiante que el entrenador decide entrenar. La crítica destaca que la joven actriz transmite "verdad, amargura, nobleza subterránea, mala leche", logrando una actuación creíble y conmovedora.
Asimismo, las apariciones de Marina Guerola y Pilar Gómez, como la hija y la esposa del entrenador, también son celebradas por su veracidad y la forma en que retratan a estas mujeres "generosas, pero lúcidas y temblorosas" que acompañan al protagonista en su lucha por la redención.
Si bien el crítico confiesa no sentir demasiada emoción hacia el bádminton o el bingo, elementos centrales de la trama, reconoce que la serie ha logrado cautivar a un amplio público que sí ha conectado con la cruda realidad que plasma. Una realidad que, a diferencia de la estética del fracaso en el cine, no se ve edulcorada ni embellecida, sino que muestra sin tapujos las consecuencias del fracaso en la vida real.












