La noche de Halloween suele ser una ocasión para disfraces, dulces y diversión entre amigos. Sin embargo, para un grupo de jóvenes, la celebración se extendió mucho más de lo esperado, convirtiéndose en todo un evento inesperado.
Todo comenzó con la invitación de Tatiana a su fiesta de Halloween. La idea era pasar la noche del 31 de octubre juntos, disfrazados y disfrutando de la tradicional celebración. Sin embargo, la anfitriona tenía otros planes en mente.
"La invitación era a quedarnos todo el fin de semana", relata uno de los asistentes. "Pero solo teníamos pensado quedarnos un día más, cosa que no le quitó lo 'bizarro' a la situación".
Al parecer, Tatiana había organizado una fiesta de Halloween que se extendería por varios días, algo que tomó por sorpresa a sus invitados. En lugar de una noche de disfraces y diversión, se encontraron inmersos en una celebración que parecía no tener fin.
"Fue una situación muy extraña. Todos teníamos planes para el domingo, pero Tatiana insistía en que nos quedáramos hasta el lunes. Fue toda una odisea convencerla de que teníamos que irnos", comenta otro de los asistentes.
Finalmente, después de mucha negociación, el grupo de amigos logró escapar de la fiesta de Halloween que se había convertido en una experiencia más larga y peculiar de lo esperado. Aunque la noche del 31 de octubre fue divertida, la extensión inesperada de la celebración dejó a más de uno con la sensación de haber vivido una verdadera aventura.
