Cien años después de su nacimiento, la figura de Orlando Fals Borda, considerado el padre de la sociología en América Latina, sigue siendo una referencia ineludible en el pensamiento social y político de la región. Fals Borda, quien vivió la cárcel por sus ideas y fue clave en la redacción de la Constitución de 1991 en Colombia, dejó un legado que trasciende las fronteras de su país natal.
Nacido en una fecha incierta entre Barranquilla y Mompox, Fals Borda mostró desde niño su talento, escribiendo una novela para entretener a sus abuelas. Luego de cursar el bachillerato en Barranquilla, viajó a Estados Unidos para estudiar Literatura e Historia, pero pronto se cuestionó la utilidad de esos conocimientos.
De vuelta en Colombia, Fals Borda se sumergió en la realidad de las comunidades rurales, primero en Vianí, Cundinamarca, donde trabajó como secretario del antropólogo Gabriel Ospina. Allí, desobedeciendo las órdenes de su jefe, se integró a la vida del pueblo, convirtiéndose en músico de la iglesia local. Esta experiencia transformó su visión del mundo y lo llevó a elegir la Sociología como su camino.
Antes de regresar a Estados Unidos para hacer un doctorado en Sociología, Fals Borda fundó en Colombia la primera Junta de Acción Comunal y la escuela comunal en Chocontá, demostrando su compromiso con las comunidades. A su regreso, junto a otros académicos, creó la Facultad de Sociología en la Universidad Nacional de Colombia.
Fals Borda se destacó por su metodología de trabajo, que buscaba reducir las brechas entre el investigador y las poblaciones, construyendo el conocimiento de la mano con las experiencias de cada comunidad. Esta postura le costó la cárcel, cuando fue detenido junto a su esposa, acusados de ser ideólogos de un grupo guerrillero.
Sin embargo, Fals Borda continuó su labor, y en 1990, cuando el grupo guerrillero se transformó en la Alianza Democrática M-19 y salió de la ilegalidad, fue elegido como representante para preparar la nueva Constitución de 1991, en la que dejó su huella.
A pesar de no haber tenido hijos, Fals Borda dedicó su vida a la revolución y al desarrollo de la sociología latinoamericana. Falleció en 2008 en Bogotá, a los 83 años, y fue velado en la Universidad Nacional, siendo luego enterrado en Dabeiba, Antioquia, tierra clave en sus investigaciones sobre la violencia en Colombia.











