La final de la Copa Colombia entre Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín (DIM) se vio empañada por incidentes violentos protagonizados por aficionados de ambos equipos. Según reportes de prensa local, un sector de la hinchada del DIM derribó algunas de las vallas de protección del campo de juego, obligando a la intervención del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) para controlar a las dos parcialidades.
Esta no es la primera vez que la celebración del título de Nacional se ve interrumpida por el mal comportamiento de los fanáticos. En la edición anterior, disputada en Cali, también se registraron incidentes similares que impidieron el normal desarrollo de la ceremonia de premiación.
"Cuando terminó la final de la Copa entre Nacional y DIM, los aficionados del cuadro rojo ubicados en la tribuna norte, parte baja, empezaron a tirar al suelo las vallas que los separaban de la cancha del Atanasio", informó el diario El Colombiano.
Con las tribunas vacías, los jugadores del equipo verde tuvieron que recibir sus medallas y el trofeo de campeones en un ambiente enrarecido, marcando un triste cierre de la temporada del fútbol colombiano en 2025.
Este tipo de incidentes ponen en evidencia la necesidad de implementar medidas más efectivas para garantizar la seguridad y el orden en los eventos deportivos, a fin de evitar que las celebraciones se vean empañadas por la violencia de los hinchas.
Las autoridades deportivas y de seguridad deberán evaluar con detenimiento lo ocurrido y tomar las acciones necesarias para que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. El fútbol colombiano merece disfrutar de sus triunfos en un ambiente de fiesta y sana convivencia.
