La final de la Copa Colombia entre Atlético Nacional y Medellín terminó nuevamente marcada por la violencia entre los aficionados de ambos equipos. Tras la consagración del conjunto verdolaga, los festejos en el campo de juego del estadio Atanasio Girardot derivaron en fuertes enfrentamientos entre las barras bravas.
Una vez finalizado el partido, en el que Atlético Nacional se impuso 1-0 para alzar su octavo título en el certamen, los hinchas locales saltaron al terreno de juego para celebrar. Sin embargo, la situación se tornó violenta cuando los fanáticos del conjunto visitante también ingresaron al campo, generándose una batalla campal entre ambas hinchadas.
La Policía, claramente superada por la cantidad de aficionados involucrados, no logró controlar la situación a tiempo. En los videos difundidos en redes sociales, se pueden observar a varios hinchas armados con armas blancas, lanzando piedras y otros objetos contundentes.
Los jugadores de Atlético Nacional no pudieron recibir el trofeo ni la premiación en el momento, debido a los disturbios. Mientras tanto, varios espectadores que se quedaron en las tribunas registraron los violentos enfrentamientos en el campo de juego.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, repudió enérgicamente los hechos y advirtió que se tomarán medidas ante lo sucedido. "Es inaceptable que una fiesta del fútbol termine de esta manera. Vamos a tomar acciones contundentes para evitar que esto vuelva a ocurrir", declaró.
Esta no es la primera vez que la final de la Copa Colombia se ve opacada por la violencia entre hinchas. En 2019, también se registraron incidentes similares en el estadio Atanasio Girardot, lo que evidencia la necesidad urgente de implementar mayores controles y medidas de seguridad en este tipo de eventos.
Las autoridades deberán investigar a fondo lo sucedido y sancionar a los responsables de los disturbios, con el objetivo de erradicar la violencia del fútbol colombiano y recuperar la tranquilidad y el disfrute de este deporte por parte de los aficionados.
