La pobreza infantil sigue siendo una de las realidades más invisibles en nuestro país, donde más de 2,7 millones de niños, niñas y adolescentes viven en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que supone el 34,1 % de la infancia. Concretamente, más de un millón están en situación de pobreza severa, lo que significa que sufren auténticas dificultades para cubrir necesidades básicas como mantener una temperatura adecuada en casa, acceder a una alimentación equilibrada o disponer de recursos educativos.
Los hogares con menores de edad son los más vulnerables, ya que más de la mitad (53,7 %) tiene dificultades para llegar a fin de mes en un contexto marcado por el encarecimiento del coste de la vida, la vivienda y la falta de empleo estable. Esta emergencia silenciosa pone en riesgo a muchos menores que, a pesar del esfuerzo de las familias, encuentran cada vez más desigualdades acentuadas.
Desde Aldeas Infantiles SOS, una organización que acompaña a miles de familias en situación de vulnerabilidad, apuntan que las familias "a menudo deben elegir entre pagar el alquiler o la calefacción, comprar material escolar o alimentos frescos, unas decisiones forzadas que desgastan a los adultos y ponen a los niños y niñas en una situación de constante inestabilidad".
Las cifras revelan el impacto que tiene esta situación en el bienestar de la infancia. El 10,2 % de los niños y niñas sufre carencia de material severa; el 17,9 % vive en hogares que no pueden mantener una temperatura adecuada; el 6,9 % no puede comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días; y más del 41 % reside en familias incapaces de afrontar gastos imprevistos. Además, un 8,5 % no dispone de ordenador en casa, lo que amplía la brecha digital y limita las oportunidades educativas.
Estas desigualdades se acentúan en fechas como la Navidad, donde los gastos aumentan considerablemente en todos los hogares. Por ello, Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha la campaña "#EnciendeSuLuz", con la que buscan movilizar a la sociedad para iluminar la vida de los niños y niñas que afrontan estas fechas con escasez de recursos.
La campaña cuenta con la colaboración del actor Miguel Ángel Muñoz, quien recrea diferentes momentos de la vida cotidiana de un hogar donde la nevera está prácticamente vacía, la luz no se enciende o el frío convive con el resto de miembros de la casa. "Con tu donación a Aldeas Infantiles SOS, enciendes la luz, llenas la nevera y devuelves el calor al hogar. Esta Navidad, enciende su luz", se desprende de la campaña para recaudar fondos que apoyen a las familias de los programas de Prevención y Fortalecimiento Familiar de la organización.
Garantizar que ningún niño crezca sin lo esencial es una responsabilidad colectiva y debería ser una prioridad social. Desde Aldeas Infantiles SOS trabajan de forma coordinada con centros educativos, servicios sociales y comunidades locales para asegurar una red de apoyo estable, a la vez que impulsan acciones de sensibilización sobre la pobreza infantil. La organización busca prevenir que la situación de esas familias empeore, por lo que a través de sus Programas de Prevención y Fortalecimiento Familiar, trabajan para cubrir las necesidades básicas, mejorar el acceso a recursos y reforzar sus capacidades parentales.
Desde Aldeas recuerdan que la pobreza infantil no es solo una cuestión de recursos, sino de derechos, y ninguna familia debería enfrentarse sola a una emergencia en casa.










