Estados Unidos ha incluido al Clan del Golfo, el mayor grupo criminal de Colombia, en su lista de organizaciones terroristas. Esta decisión, anunciada por el Secretario de Estado, endurece la presión internacional sobre esta poderosa organización y marca un nuevo punto de tensión diplomática entre Washington y Bogotá.
La designación del Clan del Golfo como organización terrorista extranjera por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos significa que se impondrán sanciones económicas y financieras a este grupo, lo que dificultará aún más sus operaciones. Además, cualquier persona que brinde apoyo material a esta organización podría enfrentar cargos criminales en Estados Unidos.
"El Clan del Golfo es responsable de aterrorizar a las comunidades de Colombia a través de actos de violencia, incluyendo asesinatos, secuestros y extorsión", declaró el Secretario de Estado Antony Blinken. "Esta designación refleja nuestro compromiso de combatir el narcotráfico y la violencia que afectan a la región".
Esta medida se produce en un momento de tensión entre Estados Unidos y Colombia, después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunciara su intención de negociar con los grupos armados ilegales, incluyendo al Clan del Golfo. Washington ha expresado su preocupación por esta estrategia, argumentando que podría debilitar los esfuerzos antinarcóticos.
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, es considerado el mayor grupo criminal del país. Surgió de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y se ha convertido en una fuerza dominante en el narcotráfico y otras actividades ilícitas. Controla vastas áreas del noroeste de Colombia y ha sido responsable de numerosos actos de violencia contra la población civil.
La decisión de Estados Unidos de catalogar al Clan del Golfo como organización terrorista refleja la creciente preocupación por la amenaza que representa este grupo para la seguridad regional. Expertos afirman que esta medida podría dificultar aún más las operaciones del Clan del Golfo y limitar su capacidad de expandir sus actividades ilícitas.
Sin embargo, algunos analistas también advierten que la designación podría generar tensiones adicionales entre Washington y Bogotá, en un momento en que ambos países buscan coordinar esfuerzos para abordar los desafíos de seguridad y narcotráfico en la región.
