Salvador Cabañas, el legendario "Mariscal" del fútbol paraguayo, regresó a los reflectores al ser invitado especial en la ciudad de Nueva Toledo, Departamento de Caaguazú. En una entrevista con el medio local "NTN", el exdelantero recordó con nostalgia las épocas doradas de la Selección Paraguaya y envió un mensaje de aliento a los actuales jugadores.
Cabañas, quien fue una de las figuras clave en la histórica clasificación de Paraguay al Mundial de Sudáfrica 2010, rememoró con cariño aquella camada que "se hacía respetar" y cuando el apodo "Gordiño" era sinónimo de peligro para los rivales. "Muy bonitos recuerdos, y aparte acordarme de los brasileros que nunca le tienen miedo a nada, imaginate tenerle miedo al Gordinho como le dicen ellos, impresionante", expresó con una sonrisa.
Además, el "Mariscal" revivió su recordado grito de gol ante Brasil en el Defensores del Chaco, donde pese a recibir una dura entrada del zaguero Lúcio, logró anotar y celebrar con euforia. "Me recuerdo bien, por eso ya no tengo la espinillera, la canillera, me rompió toda la canillera. Pero qué le vamos a hacer, si ya habíamos convertido el gol para qué íbamos a quedarnos ahí en el suelo", relató entre risas.
Consultado sobre la actualidad de la Selección Paraguaya, Cabañas alentó a los jugadores a dar el máximo en el próximo Mundial. "Eso es lo que queremos todos, que Paraguay despierte y en el Mundial nos lleve lo más lejos posible. Aparte llegar más allá de lo que nosotros habíamos llegado, que era cuartos de final y ojalá llegar hasta semifinal, sería bueno", manifestó.
El exfutbolista recalcó la importancia del apoyo de la afición, tanto de los que están en Paraguay como de los que residen en el exterior. "Pero hay que apoyar, nosotros que estamos afuera tenemos que apoyar, que es lo importante", remató.
Por otro lado, el artículo también aborda el regreso oficial de Alejandro Silva al Olimpia. El volante fue recibido con gran entusiasmo por el club y aseguró que vuelve "con las mismas ganas de la primera vez", emocionado por reencontrarse con la pasión de la hinchada franjeada.
Finalmente, se menciona el incidente protagonizado por Guillermo Paiva, jugador del Junior de Barranquilla, quien fue expulsado en un partido decisivo por el campeonato. En medio de la euforia, su compañero Javier Báez salió en su defensa, asegurando que la expulsión se debió a "estupidez" del jugador. A pesar de ello, Junior logró coronarse campeón.
