La Blanqueada, un tradicional barrio residencial de Montevideo, se ha transformado en una de las zonas con mayor proyección inmobiliaria de la capital uruguaya. Este proceso, que se inició hace más de una década, ha dado lugar a un crecimiento sostenido y planificado, que ha convertido a este enclave en un atractivo destino tanto para vivir como para invertir.
El punto de inflexión en esta transformación fue la construcción, en 2013, del edificio Ventura Tres Cruces, desarrollado por la firma Kopel Sánchez. Desde entonces, el barrio ha experimentado un auge de nuevos proyectos, tanto de esta desarrolladora como de otros actores del mercado, que se han extendido hacia las calles Luis Alberto de Herrera, 8 de Octubre y el entorno del estadio de Nacional, consolidando un corredor residencial de alta demanda.
Uno de los principales factores que han impulsado este crecimiento es la ubicación estratégica de La Blanqueada, que la convierte en una bisagra entre Tres Cruces, el Centro y el este de la ciudad. Además, el barrio cuenta con una amplia oferta de servicios médicos y educativos, así como una creciente oferta comercial, que lo convierten en un lugar atractivo tanto para residentes como para inversores.
Kopel Sánchez, la desarrolladora con mayor presencia en el barrio, ha sido clave en este proceso de transformación. La firma ha construido siete edificios en La Blanqueada, entre los que se destacan proyectos como Ventura Plaza, Terrazas de Ventura y Nórdico, este último próximo a entregarse en uno de los puntos más consolidados de la zona.
El desafío hacia el futuro es mantener el equilibrio entre la densidad, la calidad urbana y la preservación del carácter residencial del barrio. La Blanqueada ha logrado modernizarse sin perder su esencia, logrando que las nuevas edificaciones convivan armoniosamente con las casas tradicionales, manteniendo un entorno barrial que sigue siendo uno de sus principales atractivos.
En definitiva, La Blanqueada se ha consolidado como una alternativa sólida dentro del mapa inmobiliario montevideano, gracias a una visión que supo anticiparse al futuro y a decisiones pioneras que han dado lugar a un crecimiento sostenido y planificado. Este barrio se perfila como un destino cada vez más atractivo tanto para vivir como para invertir en la capital uruguaya.











