El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela ha reaccionado con fuerza a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de bloquear los barcos que transportan petróleo venezolano. El gobierno venezolano calificó la medida como una "amenaza guerrerista y colonialista" y acusó a Trump de querer "robarse nuestras riquezas".
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos se ha intensificado en los últimos meses, luego de que Trump endureciera las sanciones contra el régimen de Maduro. La nueva medida de bloquear las exportaciones de petróleo venezolano es vista por el gobierno chavista como un intento de asfixiar económicamente al país y forzar un cambio de régimen.
"Es una acción criminal y una amenaza a la soberanía de Venezuela. El imperio norteamericano quiere robarse nuestras riquezas y someternos a su voluntad", declaró el canciller venezolano, Jorge Arreaza, en un comunicado oficial. Arreaza calificó la medida de Trump como "un acto de guerra económica" y advirtió que Venezuela "no se dejará intimidar".
Por su parte, el propio Nicolás Maduro se pronunció sobre el tema y aseguró que su gobierno "tomará todas las medidas necesarias" para defender la industria petrolera nacional. "Nuestro petróleo es sagrado y nadie podrá arrebatárnoslo", sentenció el mandatario venezolano.
La escalada de tensión entre Venezuela y Estados Unidos se produce en un momento de profunda crisis económica y social en el país caribeño. La hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, y la masiva ola migratoria han sumido a Venezuela en una de las peores crisis humanitarias de la región.
Analistas consideran que el bloqueo petrolero de Trump es un intento de asfixiar aún más al régimen de Maduro y forzarlo a aceptar un cambio de gobierno. Sin embargo, el gobierno venezolano ha reiterado que no cederá ante las presiones internacionales y que defenderá su "soberanía" a toda costa.
