Los conductores de la empresa de transporte Carmen de la Punta S.A., conocida como "la 71", han retomado parcialmente sus actividades en la ruta Ate-Callao, luego de que la empresa suspendiera el servicio durante el fin de semana por amenazas extorsivas.
Apenas entre el 40% y 50% de las unidades volvieron a circular este martes, pese al miedo que persiste entre los trabajadores. Los choferes explicaron que la decisión de salir a trabajar fue "a medias", ya que el sustento diario depende de cada jornada en la ruta, aunque reconocen que el temor no se disipa al encender el motor y salir a las calles de Lima.
Durante el fin de semana, la empresa recibió mensajes intimidatorios que exigían un pago total de S/ 20,000: S/ 10,000 como cuota inicial y otros S/ 10,000 mensuales como cupo. De no cumplir, advertían que los choferes serían los afectados mientras realizaban su recorrido habitual.
Uno de los conductores, que pidió mantener su identidad en reserva por razones de seguridad, explicó que el mayor peligro no está en la cochera, sino en el recorrido. "No salgo a trabajar tranquilo. Sales y no sabes si regresas a casa", expresó. Incluso algunos evalúan dejar el rubro si no se adoptan medidas de seguridad efectivas.
Si bien reconocen la presencia policial constante en la cochera de Ate, los trabajadores consideran insuficiente la seguridad durante el trayecto hasta el Callao. "Acá en la empresa los policías están a cada rato, pero el problema es la ruta, hasta el Callao", señaló uno de ellos.
Hasta el momento, la directiva de la empresa no ha emitido un pronunciamiento público sobre esta situación. Mientras tanto, los buses de Etcapsa continúan saliendo de manera parcial, con conductores que avanzan entre el deber de trabajar y el temor permanente a que una amenaza se cumpla en plena ruta.
