Una terrible tragedia conmocionó a la localidad bonaerense de Morón cuando cuatro bomberos voluntarios fueron atropellados por un auto mientras combatían un incendio a la vera de una ruta. Como consecuencia del impacto, uno de ellos murió y los otros tres permanecen internados con heridas de gravedad.
El hecho ocurrió este lunes a la noche sobre la avenida Bernabé Márquez, casi en la intersección con la Ruta 201, en la zona de El Palomar. Hasta allí había llegado una dotación de Bomberos Voluntarios de Tres de Febrero a bordo de un camión cisterna para extinguir un foco en un montículo de basura cercano a un pastizal, que amenazaba con propagarse hacia viviendas linderas.
Mientras realizaban las tareas en una zona sin alumbrado público y con escasa visibilidad, un hombre de 54 años que conducía un Volkswagen Vento perdió el control del vehículo y arrolló a los bomberos. Tras el impacto, se dio aviso inmediato a los servicios de emergencia. Personal del SAME y efectivos de la Policía bonaerense acudieron al lugar para asistir a las víctimas.
Los cuatro agentes fueron trasladados de urgencia al Hospital Bocalandro, en Tres de Febrero. Sin embargo, uno de ellos, identificado como Matías Di Paolo, falleció durante el traslado debido a la gravedad de las heridas sufridas. Los otros tres ingresaron con distintos diagnósticos, entre ellos politraumatismos, una fractura expuesta en la pierna derecha y un profundo corte en la cabeza.
El conductor del vehículo fue detenido en el lugar y sometido a un test de alcoholemia, que arrojó resultado negativo. No obstante, quedó imputado por el delito de homicidio culposo.
Matías Di Paolo, de 28 años, era vecino de Villa Bosch y formaba parte del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Tres de Febrero desde hacía poco más de dos años. Conocido como "Dipa" entre sus compañeros y amigos, era fanático de Boca Juniors y un apasionado por su vocación. Su trágica muerte ha conmocionado a la comunidad y a sus colegas, quienes lamentan la pérdida de un joven bombero que entregaba su vida al servicio de los demás.
Este terrible accidente pone de manifiesto los riesgos a los que se enfrentan los bomberos voluntarios en el cumplimiento de su deber. Su labor abnegada y desinteresada merece el reconocimiento y el apoyo de toda la sociedad, que debe velar por su seguridad y bienestar mientras arriesgan sus vidas para proteger a la población.
