Los neonatos que mueren en los hospitales públicos de nuestro país son entregados a sus padres en simples cartones, una cruda realidad que refleja el desdén y la falta de recursos en el sistema de salud pública.
Esta situación, que parece sacada de otra época, es denunciada por diversos sectores que exigen soluciones urgentes. Mientras los médicos claman por donaciones de insumos básicos como guantes estériles para atender a los niños internados, los políticos parecen ajenos a esta problemática, enfrascados en sus propias agendas y escándalos.
La entrega de los pequeños fallecidos en cartones es aún más cruda cuando se trata de familias de etnias marginadas, que deben enfrentar el hambre, las enfermedades y la lejanía de los grandes centros urbanos. Estas comunidades, que ya sufren las consecuencias de la pobreza y la exclusión, se ven aún más golpeadas por la falta de atención digna en los hospitales.
La situación en el país parece sacada de otra época, con políticos que se enredan en sus propios escándalos mientras la población más vulnerable sigue enfrentando carencias básicas en el sistema de salud. Urgen soluciones integrales que garanticen una atención de calidad y con respeto a la dignidad de todos los ciudadanos, sin importar su origen o condición social.
Es inaceptable que en pleno siglo XXI, en un país con tantos recursos, los neonatos sigan siendo entregados a sus familias en simples cartones. Esta realidad nos interpela a todos como sociedad y exige una respuesta inmediata y contundente de las autoridades, para garantizar que ningún niño muera sin la debida atención y respeto a su humanidad.












