La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) se encuentran en desacuerdo sobre quién merece el crédito por la reciente rebaja en los precios de los combustibles en Costa Rica.
En un comunicado, Aresep informó que aprobó una disminución en el margen de operación de Recope, lo que derivó en una rebaja en los precios de las gasolinas y el diésel a partir del 1 de enero de 2026. Aresep afirmó que esta decisión se tomó después de realizar un estudio "por iniciativa propia", en el que se revisaron los ingresos, gastos, costos e inversiones de Recope.
Sin embargo, Recope contradijo esta versión y aseguró que la rebaja en los precios de los combustibles "no fue una iniciativa de Aresep". La empresa estatal explicó que, si bien el estudio fue realizado por Aresep, en el planteamiento inicial la Autoridad había propuesto un aumento en las tarifas. Fue Recope quien se opuso a ese ajuste y solicitó una rebaja.
Recope celebró que el resultado final del proceso fuera la disminución de los precios de los combustibles, "como lo defendió durante la audiencia pública". No obstante, la empresa señaló que el proceso regulatorio aún se encuentra en periodo de apelaciones, cuyo plazo vence el 17 de diciembre.
Según los datos proporcionados por Aresep, a partir del 1 de enero de 2026 los precios serán los siguientes:
- Gasolina súper: 800 por litro
- Gasolina regular: 775 por litro
- Diésel: 700 por litro
En contraste, el precio del gas licuado de petróleo (LPG) mezcla 70-30 y el gas en cilindros de 25 libras se mantendrán sin variación.
La disputa entre Recope y Aresep sobre quién merece el crédito por la rebaja de los combustibles refleja la complejidad del proceso regulatorio en el sector energético de Costa Rica. Ambas entidades defienden sus posturas, lo que podría generar incertidumbre entre los consumidores sobre los verdaderos motivos detrás de esta decisión.










