El uso cada vez más extendido de plataformas de inteligencia artificial (IA) para obtener orientación médica está generando preocupación en el sector de la salud. Si bien estas herramientas pueden ser útiles para aclarar dudas generales, los especialistas advierten sobre los peligros de reemplazar la evaluación profesional por un algoritmo.
Un estudio reciente indica que alrededor del 35% de los jóvenes de entre 25 y 34 años utiliza plataformas como ChatGPT para obtener una primera orientación médica, evitando así la consulta presencial. Esta tendencia responde a la inmediatez y el bajo costo que ofrecen estos servicios digitales, pero pone en riesgo la salud de los usuarios.
La Dra. Carolina Vázquez, médica internista especializada en diagnóstico clínico, señala que el principal problema es la tendencia a autodiagnosticarse y automedicarse a partir de las sugerencias generadas por la IA. "Muchos pacientes seleccionan la enfermedad que consideran más probable y actúan en función de esa interpretación, lo que puede conducir a consecuencias graves", advierte.
Según la especialista, los sistemas de IA trabajan analizando patrones de lenguaje, pero carecen de la capacidad de evaluar la gravedad real de un cuadro clínico. Tampoco integran información clave como antecedentes familiares, enfermedades previas o factores de riesgo específicos. "Esto significa que, aunque puedan presentar explicaciones lógicas, no pueden reemplazar la evaluación y el criterio de un profesional de la salud", explica Vázquez.
La automedicación derivada de estas consultas digitales puede generar un aumento de internaciones por complicaciones, saturación de servicios de emergencia por cuadros agravados y dificultad para rastrear tratamientos previos cuando los pacientes llegan tarde a la consulta. Esto, a su vez, se traduce en un incremento de los costos sanitarios por diagnósticos tardíos.
Para los expertos, el escenario exige una estrategia educativa. "La tecnología es una herramienta muy valiosa, pero debe usarse con criterio. No se trata de prohibirla, sino de comprender sus límites y volver al criterio profesional ante cualquier síntoma persistente o cambio en el estado general", concluye la Dra. Vázquez.











