El presidente de Chile, Gabriel Boric, y el presidente electo, José Antonio Kast, se reunieron este lunes en el Palacio de La Moneda en un encuentro que ambos calificaron como "positivo", a pesar de sus profundas diferencias políticas.
La reunión, que se extendió por más de una hora, sirvió para que Boric transmitiera a Kast información sobre el quehacer del gobierno actual, la situación del país y la agenda legislativa pendiente. Además, abordaron los pasos a seguir para asegurar una transición ordenada del poder el próximo 11 de marzo.
"Quiero destacar el clima positivo en el que se desarrolló la reunión", dijo Boric después del encuentro. "Hemos estado enfrentados y en las antípodas durante gran parte de nuestra carrera política. Defendemos principios y valores que son diferentes. Sin embargo, nos une Chile y somos parte del mismo destino de la nación", agregó.
Por su parte, Kast también calificó la reunión como "muy positiva" y "muy republicana", señalando que sirvió para conocer de primera mano los temas que requerirán coordinación entre el gobierno saliente y el entrante, como seguridad, salud, educación y vivienda.
"Hay ciertas situaciones que nos afectan transversalmente en temas de seguridad, de salud, en temas de educación, de vivienda, que requieren políticas de Estado", dijo Kast, quien enfatizó que este no es un gobierno de una sola persona o partido, sino uno más amplio que busca entendimiento en los temas fundamentales.
Boric informó que en el encuentro se abordaron temas como la implementación de la reforma de pensiones, la Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer y la instalación del Ministerio de Seguridad Pública, entre otros, los cuales serán responsabilidad de la próxima administración.
La reunión entre Boric y Kast se produce en un contexto de profundas diferencias ideológicas entre ambos líderes. Kast, del ultraderechista Partido Republicano, fue elegido en la segunda vuelta presidencial con el apoyo de la derecha tradicional y del también extremista Partido Nacional Libertario, cercano a las ideas del argentino Javier Milei.
A pesar de estas diferencias, ambos mandatarios parecen haber logrado un acuerdo para asegurar una transición ordenada del poder, lo que es fundamental para la estabilidad y gobernabilidad de Chile.










