La alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, ha admitido que el plan de la Unión Europea para utilizar los activos soberanos rusos congelados para financiar el esfuerzo bélico de Ucrania se está volviendo "cada vez más difícil".
Sus declaraciones se producen días después de que varios países, entre ellos Bélgica, Italia, Bulgaria y Malta, respaldaran los llamamientos para estudiar alternativas al denominado 'préstamo por reparaciones', la opción más creíble según Kallas.
Bélgica, cuyo depósito de valores Euroclear custodia la gran mayoría de los 210,000 millones de euros de activos inmovilizados, se ha convertido en un actor clave en las negociaciones. El primer ministro belga, Bart De Wever, ha denunciado repetidamente el plan como "fundamentalmente erróneo", argumentando que plantea graves riesgos legales y financieros.
En su lugar, De Wever ha instado a la UE a emitir deuda conjunta respaldada por el presupuesto comunitario a largo plazo para apoyar a Ucrania. Esta propuesta ha sido respaldada por otros países como Italia, Bulgaria, Malta y Chequia.
La oposición al esquema del préstamo es amplia. El líder pro-ruso de Hungría, Viktor Orbán, se opone ferozmente, mientras que el igualmente afín al Kremlin Robert Fico, de Eslovaquia, ha dicho que no apoyará ningún uso de activos rusos para financiar el gasto militar ucraniano.
Según Kallas, otras vías para financiar a Ucrania "realmente no están despegando", dado que Orbán también veta cualquier esfuerzo por emitir deuda común para tapar el abultado déficit presupuestario de Ucrania, que se estima en 135,000 millones de euros entre 2026 y 2027.
La Comisión Europea ha propuesto enmiendas a la propuesta de préstamo destinadas a abordar las preocupaciones de Bélgica, que serán discutidas este lunes por los embajadores de la UE en Bruselas. Sin embargo, Kallas advirtió que sin el apoyo de Bélgica, "no sería muy fácil" proceder con el plan.
