El Gobierno anunció ajustes en las bandas cambiarias que se actualizarán por inflación, mantendrá tasas reales positivas y el Banco Central implementará un nuevo plan de acumulación de reservas. Esto provocó una suba de los dólares financieros, con el MEP avanzando 0,9% a $1.492,01 y el dólar contado con liquidación (CCL) subiendo 1,3% a $1.528,81.
Por su parte, el dólar blue saltó $35 y se ubicó en $1.480. En contraste, el dólar mayorista bajó levemente y cerró a $1.438,5. El dólar oficial también registró una baja de 0,2% a $1.465, quedando 5,6% por debajo del techo de la banda cambiaria.
Según los analistas, el tipo de cambio continuaría contenido en el corto plazo, con los contratos de dólar futuro reflejando que la curva se mantiene alineada con la banda superior hasta febrero. Recién a partir de la segunda mitad de 2024 se proyecta un avance moderado del tipo de cambio.
El Banco Central confirmó que la demanda de dólares de personas físicas mostró una fuerte caída tras las elecciones, luego de haber alcanzado niveles récord en la previa electoral. En noviembre, la compra neta de divisas por parte del público fue de alrededor de u$s1.100 millones, muy por debajo de los u$s5.300 millones registrados en octubre.
Según el informe, "el miedo al pasado, y no un desequilibrio económico, impulsó la demanda de dólares" en 2025, alcanzando un grado de dolarización inédito. La caída en la demanda de dinero equivale a más del 50% del M2.
