Taki Inoue, un nombre que se ha convertido en una leyenda dentro de la Fórmula 1, no por sus logros deportivos, sino por una peculiar marca que lo distingue de cualquier otro piloto: ser atropellado no una, sino dos veces por el Safety Car durante la misma temporada.
La historia de Inoue, lejos de pertenecer al anecdotario menor de la categoría, ilustra cómo incluso los últimos lugares en la parrilla pueden quedar para siempre en la memoria de este deporte. Su paso por la Fórmula 1 estuvo marcado por la mala suerte y el infortunio, pero también por una actitud positiva y un gran sentido del humor que lo han convertido en un personaje de culto entre los fanáticos.
Inoue, un piloto japonés que compitió en la temporada 1995, tuvo un breve paso por la máxima categoría del automovilismo mundial. Su debut en 1994 en el Gran Premio de Japón fue opacado por un accidente, y al año siguiente, cuando llegó a la escudería Footwork gracias al patrocinio de Japan Tabacco, sus resultados fueron decepcionantes: disputó 19 carreras, pero apenas pudo finalizar cinco de ellas y no logró sumar ni un solo punto.
Sin embargo, el destino le tenía reservado un episodio que ningún gran campeón pudo vivir: enfrentarse dos veces al peligro, no en la pista, sino de la mano de los vehículos que supuestamente garantizan la seguridad. En los entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco, el Safety Car lo embistió en la cabeza, dejándolo inconsciente. Y apenas dos meses y medio después, en el Gran Premio de Hungría, volvió a ser atropellado por el coche de seguridad cuando intentaba controlar un conato de incendio en su monoplaza.
Pese a la gravedad de ambos accidentes, Taki Inoue logró superar todos los golpes de la pista y del infortunio. Sobrevivió al impacto en Mónaco y a las fracturas en Hungría, una muestra de fortaleza que sorprende aún hoy en el ambiente del automovilismo.
Lejos de ocultar su particular récord, el japonés ha hecho gala de un gran sentido del humor y autocrítica. En su cuenta en la red social X (ex Twitter), suele compartir referencias sobre estos episodios y tomar con deportividad los comentarios acerca de su puesto en los rankings de peores pilotos de la historia.
La historia de Taki Inoue se ha transformado en una especie de mito dentro de la comunidad de la Fórmula 1. A diferencia de otras leyendas del automovilismo cuya grandeza radica en los títulos y las victorias, Inoue forma parte de ese selecto grupo de personajes que se ganaron la eternidad a través de la singularidad. Su nombre es citado en tertulias, recopilaciones y programas especializados como símbolo de lo impredecible que puede ser la vida dentro y fuera de la pista.
Hoy, lejos de los circuitos y la presión competitiva, su legado no es el de las copas, sino el de sobrevivir a lo improbable y saber capitalizarlo con humor. Taki Inoue se ha convertido en una referencia obligada cada vez que se repasan los momentos más extraños de la Fórmula 1, demostrando que la fama puede llegar de maneras inesperadas.











