El desfile del Festival de la Luz, uno de los eventos más esperados del año en Costa Rica, se vio opacado por una situación que generó gran malestar entre los asistentes: las largas esperas entre una agrupación y otra.
A lo largo del recorrido, los espectadores debieron aguardar alrededor de 10 minutos para ver pasar una nueva banda, luego de que finalizara la anterior. Esta situación, lejos de generar emoción y disfrute, provocó desesperación entre el público, que incluso llegó a dudar, en ciertos momentos, si el desfile había concluido.
Si bien la actividad continuó su curso, con aún más agrupaciones por presentarse, el malestar fue evidente. En diversos sectores del trayecto, algunos asistentes optaron por retirarse del lugar, molestos por la larga espera entre una exhibición y otra.
Los videos captados por medios locales muestran el fastidio de los espectadores, quienes esperaban poder disfrutar sin interrupciones del tradicional desfile de luces y música. Sin embargo, el ritmo lento y las pausas prolongadas entre las diferentes agrupaciones arruinaron, para muchos, la experiencia.
Las autoridades organizadoras del Festival de la Luz deberán analizar lo sucedido y buscar soluciones para evitar que este tipo de situaciones se repitan en futuras ediciones. La fluidez y la continuidad son esenciales para que el público pueda apreciar en su totalidad este emblemático evento.
