Las elecciones presidenciales en Honduras siguen envueltas en incertidumbre, a pesar de que algunos sectores nacionales e internacionales señalan al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, como el virtual ganador. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha emitido el resultado oficial.
Según los datos preliminares, Asfura mantiene una ventaja de más de 42,000 votos sobre sus principales contendores: Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre), y Salvador Nasralla, del Partido Liberal. No obstante, el proceso electoral ha estado marcado por solicitudes de revisión de actas, exigencias de recuento voto por voto, peticiones de anulación de los comicios, fallas en el sistema y denuncias de presuntas irregularidades.
En uno de los audios que circulan, el consejero Marlon Ochoa acusa a la consejera Cossette López de preparar un fraude electoral junto con el jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano. Sin embargo, estas acusaciones no han sido sustentadas formalmente.
Por su parte, el candidato liberal Salvador Nasralla, previendo que Rixi Moncada se convertiría en su principal rival, presentó un "rosario" de quejas ante autoridades estadounidenses. La contienda se intensificó principalmente entre Libre y el Partido Liberal, mientras una parte de la población creía que Libre lograría un segundo mandato y los simpatizantes liberales confiaban en obtener una "manito gringa" para asegurar el triunfo.
El Partido Nacional, según sondeos, contaba con pocas esperanzas de triunfo por sus penosos y lamentables antecedentes recientes de malas administraciones de los presidentes Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández. Sin embargo, el candidato Nasry Asfura, conocido como el político de los zapatos "burros", ha logrado mantener una ventaja preliminar, a la espera del resultado oficial del CNE.












