Malena Famá tenía apenas 17 años cuando la crisis del 2001 le cambió la vida para siempre. La pérdida del trabajo de su padre, la depresión que lo consumió y su posterior fallecimiento marcaron el inicio de una vocación que hoy la ha convertido en una referente en la lucha contra la exclusión social.
Después de ver de cerca el impacto devastador que la desocupación tuvo en su familia, Malena se transformó en "la chica de los currículums", ayudando a su padre y a otros despedidos a buscar trabajo. Ese fue el germen de lo que hoy es Fundación Multipolar, una organización que acompaña a personas en situación de calle para que puedan reconstruir su autonomía.
"Yo no quería crear una empresa de reclutamiento, quería ayudar a la gente a conseguir trabajo", cuenta Malena. Y es precisamente esa vocación de servicio la que la ha llevado a dedicar su vida a este propósito.
A través del Centro de Formación para el Trabajo que dirige Multipolar, Malena y su equipo brindan capacitación en oficios, coaching, psicoterapia, alfabetización digital, práctica laboral rentada y apoyo en trámites a quienes viven en la calle. Además, generan empleo a través de emprendimientos productivos que venden servicios y productos a empresas.
"Nadie quiere vivir en la calle. La calle no es un lugar para vivir. Se vive en la calle porque hay un sistema cruel, injusto, que escupe gente todos los días", afirma Malena, quien se resiste a la idea de que las personas en situación de calle "están ahí porque quieren".
Con una mirada integral y profesional, Multipolar busca romper con los prejuicios y ofrecer oportunidades reales de inclusión. De cada 300 personas invitadas, solo una parte llega, se queda, termina los talleres y encuentra empleo. "No es éxito garantizado, pero sí oportunidades reales", explica Malena.
La historia de Cristina, una mujer que pasó 11 años en la calle y hoy puede sostener un alquiler gracias a los cursos y el apoyo de Multipolar, es uno de los casos que inspiran a Malena a seguir adelante. "Cuando bajan la mirada y tragan saliva, yo sé que están tratando de no llorar, siento esa verg enza y me vuelvo a acordar de la verg enza que sintió mi papá", confiesa.
Malena sabe que el camino no es fácil, pero está convencida de que el trabajo profesional, los recursos y el acompañamiento comunitario son fundamentales para generar un verdadero cambio. "Yo elegí dedicar mi vida a conseguir, fomentar y crear herramientas que pongo acá. Esas personas, tienen que elegir, escribir, hacer el esfuerzo para llegar y les decimos: 'Mirá que lo que hay es esto, ¿eh? Pero vamos a estar al lado tuyo, te vamos a acompañar, pero el trabajo es tuyo'".
