El Mundial de 2026, que se llevará a cabo en México, Estados Unidos y Canadá, traerá importantes novedades aprobadas por la FIFA. La entidad rectora del fútbol mundial ha decidido implementar una serie de cambios que impactarán el desarrollo del torneo.
Uno de los cambios más destacados es la introducción de pausas de hidratación de tres minutos a mitad de cada periodo de todos los partidos. Esto se aplicará "independientemente del estadio, de si tiene techo o no, y de la temperatura", según explicó Manolo Zubiria, director del torneo.
"En un procedimiento ahora simplificado, los colegiados pausarán el juego después de 22 minutos de cada tiempo para que los jugadores puedan beber agua o hidratarse", detalló la FIFA. Estas pausas no dependerán del clima ni la temperatura, sino que serán ordenadas por los árbitros en todos los encuentros, "garantizando la igualdad de condiciones para todos los equipos".
Otro cambio significativo se encuentra en los criterios de desempate. A diferencia de ediciones anteriores, la diferencia de gol dejará de ser el factor principal cuando dos o más selecciones finalicen igualadas en puntos. Ahora, el primer parámetro será el resultado del enfrentamiento directo, siguiendo el modelo del Mundial de Clubes 2025.
Si este criterio no define la clasificación, se tomarán en cuenta otros aspectos como la diferencia de goles entre los equipos implicados, los goles marcados entre ellos, la diferencia de goles total en el grupo, los goles totales convertidos y, finalmente, la puntuación por conducta deportiva, establecida según las tarjetas recibidas.
Además, la FIFA planea tres ceremonias inaugurales: una antes del primer encuentro en la Ciudad de México, otra antes de los primeros partidos de Canadá en Toronto y Estados Unidos en Los Ángeles. Para la gran final, en el estadio de Nueva York-Nueva Jersey, se está planificando un espectáculo para celebrar en el descanso por primera vez en la historia del Mundial, así como la ya tradicional ceremonia de clausura.
Estos cambios, sin duda, marcarán un hito en la historia del Mundial, que se vivirá con gran expectativa en Norteamérica en 2026.












