Un año después de la desaparición forzada del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo en Venezuela, el gobierno de Argentina mantiene su "enérgico rechazo" a esta situación y continúa exigiendo la liberación del militar, quien permanece detenido de manera ilegal y sin garantías judiciales.
Gallo, de 34 años, fue detenido el 16 de octubre de 2022 por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana cuando intentaba ingresar a Venezuela desde Colombia para visitar a su esposa y a su hijo menor de dos años. Fue acusado de "espionaje" y "vinculación con acciones terroristas", sin que se haya presentado ninguna prueba en su contra.
Desde entonces, Gallo se encuentra en una situación de "desaparición forzada" en la cárcel de El Rodeo, un centro penitenciario conocido por las torturas y violaciones a los derechos humanos. Ni su familia, ni los abogados, ni representantes del consulado argentino han logrado comunicarse con él.
El gobierno argentino ha denunciado en reiteradas ocasiones que la detención de Gallo constituye una violación flagrante al derecho internacional. Argentina ha llevado el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Corte Penal Internacional (CPI) y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, exigiendo medidas urgentes para garantizar la liberación y protección del gendarme.
Organismos internacionales como Amnistía Internacional también han repudiado la detención de Gallo y han exigido su paradero inmediato, una investigación independiente y la protección de su salud.
En medio de la escalada de tensión diplomática entre Estados Unidos y Venezuela, el gobierno argentino solicitó la semana pasada ante la Corte Penal Internacional en La Haya que se tomen "acciones inmediatas" para detener las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y que se ejecuten las órdenes de arresto requeridas para el presidente Nicolás Maduro y el dirigente Diosdado Cabello.
La esposa de Gallo, María Alexandra Gómez, ha denunciado que su marido es víctima de un "crimen de lesa humanidad" y ha asegurado que "Nahuel no está preso, no está detenido, está en una desaparición forzada". Gómez permaneció en Venezuela durante meses buscando información sobre el paradero de su esposo, pero en agosto de 2025 volvió a Argentina junto a su hijo.
El gobierno argentino ha reiterado que no cesará en la búsqueda de la liberación de Gallo, a quien el régimen de Maduro acusa de supuestas "acciones conspirativas". Mientras tanto, la familia del gendarme y las autoridades argentinas continúan exigiendo respuestas y justicia por esta situación que consideran inaceptable.












